El impacto psicológico de la pandemia de COVID-19 y la cuarentena

La respuesta de los gobiernos ante la pandemia de COVID-19 ha sido la cuarentena. Esta cumplió un rol muy importante para evitar el colapso de los sistemas de salud del mundo pero trajo consecuencias sociales, económicas, psicológicas, etc. En esta nota nos dedicaremos a hablar del impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo.

Según estudios científicos actuales, los síntomas psicológicos generales que trajo la cuarentena son: perturbación emocional, depresión, estrés, mal humor, irritabilidad, síntomas de estrés post-traumático, ira, agotamiento emocional, insomnio, entre otros.
En relación a la falta de sueño, la cuarentena ha traído cambios importantes en las rutinas: estamos expuestos a mayor estrés, hay mayor incertidumbre sobre el futuro, se debe combinar el trabajo con la educación de los hijos y las tareas del hogar, no se puede participar de actividades gratificantes y relajantes, se tiene menor exposición a la luz del día, hay una disminución de la actividad física, se suele comer más que lo habitual, etc. Todos estos factores juntos se tornan una combinación explosiva que puede producir dificultades a la hora de dormir, entre otras consecuencias.

Algunas recomendaciones de los expertos para evitar problemas de sueño durante el confinamiento son:
– Tener un horario regular para despertar y acostarse.
– Estructurar el día respetando rutinas de cada actividad: trabajo, actividad física y recreativa, alimentación y sueño.
– Programar y restringir momentos de reflexión sobre la situación actual, escribirlo, hablarlo, pero solo en los momentos estipulados, para que no interfiera luego en las horas de sueño.
– Limitar el tiempo expuesto a noticias sobre el COVID-19.
– No llevar dispositivos electrónicos al dormitorio.
– Hacer ejercicio regularmente e ingerir alimentos al menos dos horas antes de acostarse.
– Mantener una buena ventilación del dormitorio.

En cuanto al ejercicio físico, los estudiosos hacen hincapié en que se debe mantener niveles óptimos de actividad física mientras estemos en cuarentena. Esto se debe a que la inactividad a largo plazo, que viene asociada en general a una ingesta excesiva de calorías, es una de las mayores causas de sobrepeso. La combinación del estrés por el miedo a enfermarnos, el comer en exceso y la falta de ejercicio físico puede afectar seriamente el sistema inmunológico. Por otro lado, realizar ejercicio de forma regular mejora la respuesta del cuerpo ante posibles infecciones. El ejercicio de resistencia tiene efectos anti-inflamatorios que fortalecen el sistema inmune. Algo que se debe recalcar es que, si una persona inactiva desea comenzar a ejercitarse, es mejor comenzar con una baja intensidad e ir incrementándola de a poco, ya que el ejercicio intenso puede tener un impacto negativo en el sistema inmunológico de las personas inactivas. Según los investigadores, mantener una rutina de actividad física regular va a ayudar no solo a mejorar nuestras defensas sino también a prevenir enfermedades físicas y trastornos mentales.

Además del impacto psicológico negativo de la cuarentena, la pandemia en general trajo emociones como incertidumbre, miedo, angustia, soledad y descontrol. Sin embargo, también generó emociones positivas como la valorización de la interdependencia entre las personas, la reflexión e introspección, la valorización del medio ambiente, del Estado y de las Instituciones, del sistema de salud y de la investigación científica. Asimismo, trajo la valorización de los afectos, la revisión del sistema y un incremento en la higiene de la sociedad en general.
Es ideal mantenerse bien hidratado, tener una buena alimentación compuesta de alimentos nutritivos y variados.

No olvidar la dimensión espiritual, que también debe ser alimentada: la meditación y el Yoga son prácticas muy útiles para los momentos de estrés. Por último, puede ser un buen momento para dedicarte a ese hobby o empezar eso que siempre quisiste hacer y por falta de tiempo, no podías.

Redacción:
Este artículo fue escrito por Delfina Serrano, Licenciada en Psicología (UBA) y colaboradora del área de administración de ExCle. Delfi se especializa en terapia para jóvenes y adultos con orientación sistémica. Encontrala en Instagram: @lic.delfina.serrano

Fuente:
Ghahfarrokhi, M. (2020, junio 28). Novel Coronavirus: Emphasis on Maintaining Optimal Levels of Physical Activity Under Self-quarantine Conditions. Recuperado de http://ijer.skums.ac.ir/article_38989_b5beffae94c84a5479a8140a2fcb1b43.pdf

Johnson, M. Saletti-Cuesta, L. Tumas, N. (2020, junio 05). Emociones, preocupaciones y reflexiones frente a la pandemia del COVID-19 en Argentina. Recuperado de https://www.scielosp.org/article/csc/2020.v25suppl1/2447-2456/es/

Riffo C., Giadach C., Avendaño L., Cerda S., Hernández A., León P., Menéndez P., Ortega P. y Mesa T. (2020). Cuarentena por Covid-19: Consejos para un buen dormir. Revista chilena de psiquiatría y neurología de la infancia y adolescencia, 31(1). pp. 91-94. Recuperado de: https://www.sopnia.com/wp-content/uploads/2020/06/Rev-SOPNIA-2020-1.pdf#page=91